... Gallardón se preocupa del malestar que causa al ciudadano la presencia de los mendigos en las calles de Madrís.

En el aturdimiento del desperatar resacoso del sueño olímpico José María Ruiz Gallardón vierte a la opinión pública lo último de lo suyo lo cual no es otra cosa que el tema de los mendigos. Así el vigente alcalde de Madrid y candidato del PP a la reelección, Alberto Ruiz-Gallardón, propondrá a su partido que en su programa para las generales de 2012 incluya la aprobación de una ley que permita a los Ayuntamientos retirar de las calles a los “sin techo”.

Al hilo de lo planteado se suscita si en nuestro ordenamiento jurídico cabe una ley donde se establezca la obligatoriedad de abandonar la vía pública en función de las circunstancias personales del ciudadano. En pocas palabras: si es necesario que en la persona que se encuentra en la calle concurren unas circunstancias o requisitos mínimos fijados por la ley. Por ejemplo aspecto cuidado, ropa limpia, etc., etc. Necesidad que nos lleva a plantearnos hasta que punto un determinismo legislativo de tranto alcance no supone ir un poquito más allá de los límites que marca el artículo 18 de nuestra Constitución al reconocer y garantizar los derechos al honor, la intimidad o en este caso la propia imagen.

En cualquier caso lo que habría que plantearse pienso yo no es si de deja o no se deja a los mendigos en la calle (espacio en el que por otro lado han venido moviéndose desde siempre) sino porque no se deja de una vez en la calle a la caterva de politicos micapanes y moniatos cuyos delirios de grandeza olímpica han convertido Madrís en uno de los municipios más endeudados de Europa. Eso, precisamente eso, es lo que pienso debería proponerse al PP para que lo incluyera en su programa para las generales de 2012: una ley que impidiera a los gestores torpes e incapaces presentarse a la reelección.

¿O no?